Convierte tu casa en un hogar pasivo en 5 pasos básicos

Lo ideal es construir la casa, con elementos que impidan que el calor salga de la casa en invierno o que entre en verano fruto de la exposición al sol. Sin embargo, cuando ya tenemos una casa antigua y no podemos deshacerla para volver a construirla de nuevo, quizás es necesario que hagamos alguna «reformilla» básica. Ante esta situación, sólo nos queda hacer algunas modificaciones en nuestra casa y en nuestra rutina para poder reducir, al máximo, la pérdida energética y de nuestro bolsillo. Mientras, podemos ir informándonos de cómo podemos de aquí a -por ejemplo- cinco años, instalar unas placas solares en nuestro hogar para convertirlo en un hogar realmente pasivo. No sabemos si, para entonces, seguiremos sufriendo la situación de Ucrania. Lo que sí es cierto es que habremos aprendido bastante sobre energías renovables y nos habremos empoderado como personas.

convierte tu hogar en una casa pasiva
Hogar pasivo ¿Qué es, realmente, una casa pasiva?

¿Qué es un hogar pasivo o Estándar Passivhaus? ¿Cómo funciona?

Una casa pasiva o «passive home» («passive house») es una edificación que ha sido construida conscientemente para ser eficiente. Su diseño está hecho para reducir al máximo la demanda energética mediante las estrategias de diseño global. El término proviene del concepto alemán «Estándar Passivhaus» y su origen data de los años 90, cuando desde el ámbito de la arquitectura se empezaron a proponer construcciones basadas en cinco principios básicos:

  • Aislamiento térmico
  • Estanqueidad sin puentes térmicos
  • Buenos cerramientos
  • Ventanas y puertas de calidad
  • Ventilación mecánica con recuperación

Un hogar pasivo puede llegar a consumir 90% menos de gasto energético que una casa estándar. Desde el tipo de orientación así como de la localización de la vivienda o los recursos naturales cercanos (en el caso de la permacultura) son cuestiones tenidas en cuenta a la hora de mejorar el funcionamiento energético hasta casi reducirlo en la construcción de estas edificaciones. A partir de los requisitos para poder definir una casa pasiva, podemos reducir el consumo energético de nuestro día a día en cinco simples pasos. Así que tómate en serio la transición ecológica y empieza ya a ganarle el pulso a los poderosos con estas recomendaciones:

Paso a paso para convertir tu casa en un hogar pasivo

Aísla tu casa con elementos de aislamiento térmico

El objetivo, en este aspecto, sería buscar el aislamiento térmico de baja transmitancia, algo que podría lograrse, en una casa normal, considerando mejorar o reforzar tejados, paredes, muros, cerramientos y cubiertas. Esto puede hacerse por dentro o por fuera. Este aislamiento también puede conseguirse mediante el uso de ventanales de triple acristalamiento (Climalit Plus). También las hay con doble aislamiento térmico reforzado, que protegen el hogar de los picos de temperatura en invierno y en verano, manteniendo un buen confort térmico en el interior.

Asegúrate de que los cerramientos son herméticos

De nada serviría poner una ventana térmica de triple acristalamiento si permites la salida y entrada de aire indiscriminadas por los cierres y un mal sellado al cerrarlas. Para esto, debes buscar siempre cierres herméticos, tanto en ventanas como en puertas. Si hace falta, puedes colocar un burlete también eficiente para tapar el espacio que pueda formarse entre la puerta y el suelo. O comprar algunos cojines especialmente diseñados para este fin.

Elimina puentes térmicos con estos productos

Seguro que, en invierno, procuras evitar ponerte cerca de algunas ventanas o puertas porque entra aire. En el caso del calor, en verano, es más difícil de detectar pero, sin darte cuenta, aunque lo cierres todo, parece que el sol se ha colado en tus estancias. No te preocupes, es normal, es a lo que nos referimos en este apartado. Efectivamente, los puentes térmicos serían los puntos débiles de la estructura de tu casa a través de los que el calor pasa (hacia fuera en invierno y hacia dentro en verano). Éstos pueden ser diagnosticados por medio de termografías o mapas de calor.

Cambia tus ventanas por sistemas de triple acristalamiento

Sí, hasta ahora eran bien conocidas las ventanas Climalit de doble acristalamiento y con una cámara de aire entre ambas capas de cristal que podría ser rellenadas de gas argón. Pero lo último en eficiencia energética es el triple acristalamiento y, por lo tanto, doble cámara de aire interna. Al disponer de tres cristales, contaríamos con 6 caras de vidrio que marcaría una diferencia superior frente a las 4 capas del doble acristalamiento ya que son capas tratadas químicamente para mejorar la climatización y la insonorización, aún más, por medio de la manipulación del factor solar.

Aunque, en ocasiones, las persianas vienen incluidas con la ventana, hay tiendas donde las puedes comprar conjuntamente con la ventana. En tal caso, puedes pedirlas de acero y térmicas, para acoplarlas a estos sistemas de ventana e incrementar aún más su valor eficiente. También es preferible que el cierre sea hermético y fabricado en acero zincado para aumentar la durabilidad y su resistencia. En ambos casos, utiliza siempre productos térmicos y con baja emisividad. Todo ello sin renunciar a la luz natural.

No te olvides de cerrar tus ventanas en las horas de mucho calor en verano o cuando hay muy bajas temperaturas en invierno. Son ventanas eficientes pero no autónomas (de momento).

Posibilita la ventilación mecánica (VMC) con recuperación de calor en tu casa

La ventilación mecánica controlada (VMC) es una tecnología integrada que disponen algunas viviendas para facilitar el intercambio de aire estancado en el interior por aire limpio del exterior. Esto se logra por medio de una serie de dispositivos que fuerzan la extracción del aire caliente por medio de juegos de convección respecto al aire frío del exterior, mejorando significativamente la calidad del aire.

Esta ventilación puede darse de dos formas: ventilación de flujo simple o ventilación de doble flujo.

Tipos de ventilación

Existen dos tipos de ventilación: una ventilación de flujo simple y la ventilación de flujo doble:

  • La ventilación de flujo simple (también llamada «autorregulable») se consigue mediante sistemas que introducen aire nuevo directamente del exterior, generando un desequilbrio de temperaturas y forzando, de forma pasiva, el flujo del aire caliente hacia el exterior. Es la forma más básica y pasiva de ventilación mecánica controlada y la más barata, sin embargo, no es la más óptima.
  • La ventilación de doble flujo es la forma más eficiente de ventilación mecánica, aunque también es más costosa porque hace necesaria la instalación de más dispositivos, ya que, además de realizar la transferencia de aire, también calibra la temperatura buscando de manera activa que la vivienda se encuentre en niveles de temperatura preestablecidos. Esto es posible gracias al recuperador de calor o a la bomba de calor.

El papel del recuperador del calor en los sistemas de ventilación de doble flujo es muy importante y sería necesario que supieras alguna información relevante:

  • Necesitan un ventilador para que introduzcan el aire caliente al interior del recuperador, es decir, lo que viene siendo un ventilador extractor, otro que haga el movimiento contrario, es decir que expulse el calor al exterior o un ventilador impulsor y un intercambiador que permita esta transferencia de corrientes de aire caliente.
  • El objetivo es que se produzca la transferencia de aires caliente y frío de forma cruzada pero sin toparse ni mezclarse.
  • Convierten la energía calorífica resultante del uso de otros aparatos en energía útil para la climatización pasiva.
Funcionamiento del recuperador de calor

Puedes leer más sobre este tipo de sistema de refrigeración.

Ventajas de la ventilación mecánica controlada

  • Aire renovado, con repercusiones positivas sobre la salud
  • Climatización
  • Ahorro y eficiencia energética

También puedes leer esta entrada sobre los pozos canadienses para aclimatar el ambiente ahorrando energía.

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