La factura de la luz está cada vez más imposible. Y cada vez hay más compañías que te ofrecen descuentos, ofertas y mil historias para que te cambies con ellos. Al final, uno ya no sabe qué es mejor, si tener una tarifa por tramos o una tarifa fija. Y, ¿qué pasa tras aplicar el Mecanismo de ajuste? Si bien es cierto que el tope al gas vino para ayudar a no tener que pagar los desorbitados precios que están pagando en el resto de Europa, su pago compensatorio genera una incógnita en la factura final del usuario. Ya no sabemos si sale a cuenta estar en una comercializadora con tarifa de mercado libre o, por el contrario, seguir en el mercado regulado (PVPC). Entonces, ¿cuál es la mejor opción?
¿Cuál es la diferencia entre distribuidora y comercializadora?
En primer lugar, lo que tenemos que saber es en qué se diferencia una distribuidora de luz de una comercializadora.
A partir de 2009 y gracias a la Ley 54/1997, tenemos la posibilidad de elegir qué comercializadora queremos que sea la que suministre la luz a nuestras propiedades. Antes de dicha ley, no había ninguna diferencia entre estos dos conceptos. Esto es lo que llamamos liberalización del mercado energético.
Así pues, como concepto, la distribuidora eléctrica es aquella que se encarga de llevar la energía a los puntos de suministro. También tiene la función de medir lo que consume cada cliente.
Por su parte, la comercializadora eléctrica es que la que factura al cliente los datos de consumo que la distribuidora facilita.
Como ya debes saber, existen dos tipos de comercializadora: las de mercado libre y las de mercado regulado.
Comercializadoras de Mercado libre
Las comercializadoras de Mercado Libre fijan los precios de manera independientes. Normalmente, una parte de la energía (o su totalidad) procede de energías verdes o renovables. También pueden ofrecer algún descuento para atraer a los clientes. Algunas, incluso, ofrecen varios tipos de tarifa para que el cliente pueda escoger aquella que más le convenga.
Comercializadoras de mercado regulado (PVPC)
Las comercializadoras de Mercado Regulado o Referencia son aquellas que se rigen por la tarifa que regula el Gobierno. En el caso de la luz, estaríamos hablando del famoso PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). Estas comercializadoras no pueden ofrecer sus propios precios, los cuales fluctúan a diario en función del precio establecido.
¿Cuál es la compañía de luz más barata? ¿Qué es mejor, fijo o por tramos?
Entonces, yendo al grano, ¿cuál es la mejor compañía de luz para ti? Como cada casa es un mundo, lo que hemos hecho desde hogarpasivo.es es una tabla recopilando algunas de las mejores opciones, teniendo en cuenta el precio por kWh y el de la potencia contratada. Para hacértelo más sencillo, te mostramos dos tablas. En la primera de ellas verás los precios de las comercializadoras con tarifa fija. En la segunda, los precios con la tarifa variable o por tramos.
Precios de la luz en el mercado libre con tarifa fija
Aquí el precio no tiene discriminación horaria. Es decir, pagarás lo mismo en cualquier momento del día.
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Precios de la luz en el mercado libre con tarifa por tramos
En esta tabla, puedes distinguir el precio del kwh en función del tramo horario. Hay tres tipos de tramo diferente, Punta, Llano y Valle. En esta imagen puedes comprobar a qué franja horaria pertenece cada tramo:
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Todas las tarifas que aparecen reflejadas en las dos tablas recogen el precio sin impuestos de cada comercializadora. Por lo tanto, a esos precios hay que aplicarles un 5% si tienes contratada una potencia inferior a 10 kW y de un 21% si es mayor.
Tampoco se recoge el precio añadido por el Mecanismo de Ajuste, ya que éste es variable y sigue los precios del mercado regulado (sí, aunque estés pagando en el mercado libre), por lo que cada día es diferente.
Compañías como Holaluz o Pepe Energy no te aplican el incremento por el tope al gas porque ya lo incluyen en el precio por kWh.
Conclusiones: ¿Quién ofrece los mejores precios?
Nuestro principal consejo: llama, pregunta y no te quedes con la primera rebaja que te ofrezcan. Algunas compañías añaden en el contrato que te pueden cambiar la tarifa avisando con poca antelación así que lee bien los contratos antes de firmarlos.
Procura que la comercializadora no tenga permanencia, así podrás decidir cuándo cambiar sin tener que dar explicaciones en el caso de que, en algún momento, no estés conforme con la situación.